El lunes nunca ha sido mi día favorito de la semana. Este lugar lo ha ocupado siempre el miércoles, pienso que para evitar el cliché del viernes de todos los parranderos y del sábado de los que prefieren irse a la cama tarde y levantarse al medio día. El lunes por lo general es pesado, puede que sea psicológico, pero no hay excusas que inventarse un dia lunes. El lunes, con toda la semana por delante, todo es posible.
En el caso de quienes tenemos niños, los lunes son pesados tanto por las famosas razones psicológicas, como por el caso de ayudar a los niños a iniciar la semana. Levantar a un joven de cualquier edad un lunes, es toda una labor. Yo he optado por iniciar esta odisea después de un largo café. Los lunes se me hace imposible articular palabra sin haber pasado por el café caliente y acabado de hacer.
Luego de un rico café, como la receta del doctor, debería de estar lista para escuchar todas y cada una de las excusas de los chicos para no levantarse, decir todas las razones por las que odian la escuela, el abuso que significa levantarlos tan temprano y todos los dolores y achaques que les aparecen de repente cual octogenario en el siglo XXI.
Lo bueno de todo este proceso, es que el tiempo se mueve a una velocidad record y como el tema del tiempo en la mañana está bien medido, en menos de lo que uno piensa esta en el auto manejando hacia al colegio. De ahí en adelante el problema y los berrinches que puedan quedar, los delegamos a la maestra. Si pensamos en toda la responsabilidad que delegamos en la maestra, pienso que es uno de los empleos peor pagados del mundo. Yo personalmente por encima de cualquier cosa, admiro la paciencia que debe tener un ser humano para poder ser maestro.
Acudo a este pensamiento sobre la paciencia cuando, ya en la tarde, toca supervisar las tareas. No sé si solo me ocurre a mí, pero no recuerdo que cuando asistía al colegio mis padres tuviesen que mandarme tantas veces a hacer tareas, recordarme sobre el trabajo para el viernes, porque claramente ahora nos toca manejar toda su agenda escolar. Más de 2 veces al mes me toca recordarles que por más que quiera ayudarles, sigue siendo SU Tarea, que yo ya pase por la secundaria y que los exámenes siguen siendo personales – no, no puedo ir a tomarlos por ti, así que ha estudiar – le recuerdo a mi hija cuando está en temporada de exámenes.
Hoy estuvimos trabajando con una tarea de arte, que es la que más le toma terminar, porque mi hija termina las tareas de casi todas sus asignaturas como si fuese un micro-ondas: cliquea un botón y esta lista. La tarea de arte le toma un poco más, tiene que esperar que la pintura se seque y es una de las actividades que personalmente más me gusta.
Mi afición al arte es ya conocida, así que casi siempre termino trabajando con ella en esto. Luego de perder la paciencia en par de ocasiones y derramar el agua de la acuarela varias veces, empezamos a reír y a divertirnos con la tarea. Pues aunque la tarea es del estudiante y nuestra labor es solo supervisar, a veces son ocasiones de compartir, de crecer, de recordar que la familia se construye cada día con cada oportunidad que nos da la vida…. Aunque sea un lunes.Recuerda que las circunstancias que se nos presentan en la vida se prestan para muchas cosas, está en nosotros hacer de esto una experiencia positiva y de crecimiento.
Feliz resto de la semana, recuerda sacar tiempo oara oler las rosas y disfrutar un café.
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